En el anuncio de esta XI Muestra de Dulzaineros, celebrada el 30 de Julio, se decía: «apostamos por mostrar las muchas posibilidades que tiene este instrumento y los matices y diferencias en su interpretación» Concluida la Muestra, podemos decir con satisfacción que se cumplieron todas las expectativas y que los grupos participantes, una vez más, «lo bordaron»

        Como se ha venido haciendo desde la primera Muestra, al término de la Misa, en un alegre pasacalle que convocaba a la fiesta, los grupos participantes bajaron de la Iglesia hasta la Plaza, donde en un precioso escenario adornado con centenarias mantas guiletas, girasoles y geranios, de la mano de Lourdes, comenzaron a desfilar y desgranar su música los distintos grupos participantes.

        Comenzando por los de casa «TAMBARA» con Benito a la cabeza como director y «alma mater» de la Muestra y la participación espontanea de Jesús e hijos: Dani e Iván (nietos de Felisa). Siguió el grupo DYC (dulzainas y cajas) JABALI SOHW» (de Trespaderne, Mozonzillo y Hacinas), nombre y denominación, digamos que un tanto extraña para dulzaineros, pero lo cierto es que su música llamó la atención, desarrollando con sus dulzainas sonidos y ritmos distintos que encantaron a la nutrida concurrencia que llenaba la Plaza. Desde este enlace de YouTube puedes ver una pequeña muestra de su intervención en Mecerreyes:

http://www.youtube.com/watch?v=kvLnR7CBmJQ

        El grupo SEGOZA (sus componentes proceden de Segovia y Zamora) nos deleitó con sus tonadas y composiciones, haciendo sonar a sus dulzainas con fuerza y soltura, llevándose los mejores aplausos.

         Y cerraron el «Memorial Simón Altable» (que así se denomina esta Muestra de Dulzaina) el dúo formado por Blanca Altable -violín- (nieta de Simón) y Chechu Alcuadrado -guitarra-, que interpretaron composiciones para dulzaina adaptadas a sus instrumentos. Era un sonido distinto, que al principio extrañó un tanto, pero en la tercera pieza «mañanitas de San Juan » el público «enganchó» rápido con la novedosa música y al final les sonaba «la mar de bien»

Gracias, Blanca y Chuchi, por vuestra aportación.

        Dicen los entendidos que la garganta de los dulzaineros conviene que no se seque y a fe que lo cumplieron, hasta casi la madrugada se oyeron los sones de las dulzainas y el repicar del bombo por el pueblo, o tal vez era en sueños…, menos mal que un lejano violín que interpretaba mañanitas de San Juan, nos arrulló hasta coger el sueño.

     Gracias a todos, organización, participantes, colaboradores y distinguido y entusiasta público de Mecerreyes.

      Hasta la próxima.