Ya puedes visitar en Mecerreyes el Belén instalado en la Iglesia, este año reproduce como tema central el oficio de Sastres y la Sastrería, además de pequeñas escenas de numerosos oficios: panaderos, tejedores, carreteros, molineros, mesoneros, la matanza… y  lo puedes ver en el siguiente horario:
Horario del Belén, Mecerreyes 2013:
  • Festivos: 13:00 a 14:00 h y 18:30 a 20:30 h
  • Diario: 12:30 a 13:30 h. y 19:30 a 20:30 h.
  • Sábados: 12:30 a 13:30 h. y 18:30 a 20:30 h.
Si no nos puedes visitar, disfruta con la galería de imágenes y el video colgado en Youtube.
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https://www.youtube.com/watch?v=au4f7H2wh8w

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Y EL NIÑO NACIÓ EN LA SASTRERÍA

 

Imagenes Belen Sastres 2013

 

Bienvenido, un año más, -y van 27- a visitar y contemplar el «Nacimiento de Mecerreyes», que como sabes trata de recrear el pueblo y reproducir cada año una labor tradicional o un oficio.

     Este año toca oficio, en concreto: El Sastre y la labor de Sastrería (quizá para entendernos habría que decir la confección de ropa de vestir)

  Decían los abuelos que no es lo mismo «un roto que un descosido», pero de ambos daba buena cuenta el sastre con maestría, pues ese es su oficio.

    El oficio del divino niño que nació en Belén, se parece un tanto al del sastre, arreglar rotos y descosidos del corazón de los hombre y mujeres de esta nuestra tierra.

   Un oficio, el de sastre,-como tantos- perdido, pero que era vital para los pueblos. 

Cuando la economía familiar lo permitía, había que renovar el escueto vestuario, pero lo normal era arreglar «rotos y descosidos» y aprovechar todas las telas y paños, nada se tiraba.

   Según el Catastro del Marques de la Ensenada en el año 1753 había en Mecerreyes 5 sastres que atendían a la población de la Villa.

     Quizá uno de los últimos que recordamos, fue la sastrería del señor Modesto cuyas ventanas dan a la plaza actual y que se reproduce en el nacimiento de este año. Por eso no falta en nuestro Nacimiento la SINGER, la tradicional máquina de coser, que hoy ya son piezas de museo. La que contemplas a la puerta de la Sastrería, funciona perfectamente, aunque siempre había que echar mano de  la aguja y el hilo para rematar la  labor.

 El buen sastre habló con el del Mesón y les hicieron un hueco, él se encargó de pañales y mantas para que el divino infante no pasase frío. Hasta una capa parda regaló a San José de algún vecino olvidadizo que dejó hace años en la sastrería.

   Por cierto ¿fue el Ángel el que avisó a los pastores o las blancas palomas del cercano palomar guileto?