El pan es el alimento básico de la Humanidad desde hace muchos siglos. Probablemente, desde el momento en que el hombre aprendió a utilizar el fuego y a cultivar la tierra. Pan es sinónimo de comida, un alimento tan común en todas las culturas que ha llegado a convertirse en símbolo y paradigma del sustento humano.

El pan está presente en todo aquello que protagoniza el hombre. Junto al vino, el pan es copartícipe de acontecimientos y celebraciones. Está por igual sobre las mesas de los banquetes que en los zurrones de los pastores y en las alforjas de los mendigos.

El oficio de panadero tiene algo de mítico y mucho de vocación. Quienes lo ejercen son seres que viven gran parte de su vida de noche, mientras los demás duermen, para que por la mañana haya pan tierno en todas las mesas.

También los molinos, fuente de abundancia y riqueza desde tiempos inmemorables, están ligados a la historia común del hombre, bajo las múltiples versiones que los distintos pueblos fueron creando y haciendo propias. Molinos de agua o de viento, siempre los hubo allí donde fuese necesario hacer pan.

Aunque se ha hecho pan de los más diversos cereales, el trigo constituyó la base fundamental de este alimento. Parece ser que fueron los egipcios los inventores de la levadura, unos microorganismos anaerobios que se nutren a expensas de los azúcares fermentables contenidos en la harina o formados durante la transformación parcial de almidón en harina. En el proceso de fermentación producido por las levaduras se forma gas carbónico, que al quedar encerrado en pequeñas cavidades de la masa de harina y agua, hace que dicha masa suba y esponje. Una labor, la de panificar, que cotidianamente se viene haciendo desde hace siglos, con las únicas variantes de la técnica y las aportaciones tecnológicas. Pero el pan es pan, ha sido pan y siempre será pan, por encima de todo, a pesar de todo, sólo o como compañero de los mejores manjares imaginables.

Una vez hecho este breve preámbulo, reproducimos a continuación, lo más fielmente posible, la entrevista realizada a unos cuantos vecinos de nuestro pueblo que, en su día, ejercieron durante más o menos tiempo el oficio de panaderos.

Los entrevistados han sido:

.           FRANCISCO GONZÁLEZ VICARIO (Paco)

.           LUISA BLANCO BURGOS. El oficio de panadero lo aprendió Francis en casa de ella y ambos lo ejercieron en los últimos años. Aunque a lo largo de la entrevista figura Luisa, nos consta que ha sido realizada por los dos.

.           EPIFANIO VICARIO IBAÑEZ (Epi)

.           FERMÍN DIEZ ARRIBAS

.           JESÚS GONZÁLEZ VICARIO

.           ESTEBAN CUEVAS CUEVAS. La iniciadora del oficio fue su mujer, Isabel, que lo aprendió en su casa.

 

*    ¿CUÁNDO EMPEZÓ A EJERCER EL OFICIO DE PANADERO? ¿DÓNDE LO APRENDIÓ?

 

PACO.- El oficio vino heredado de mis abuelos Francisco y Balbina que se lo trasmitieron a mis padres y estos a mí. Empecé a los 16 años y estuve trabajando hasta los 65. También durante la guerra civil estuve de panadero en la 5ª División de Navarra.

 

luisaLUISA.- Empecé de muy joven ayudando a mi hermana mayor.

 

EPI.- En el año 1957, en casa de mis padres que lo ejercieron de toda la vida.

 

FERMÍN.- Empecé a ejercer el oficio en la década de los 50 y estuve hasta los 70. Lo aprendí de mis padres hacia el 1925.

 

JESÚS.- Lo aprendí de mis padres que eran panaderos. De niño, para cortar la masa en la artesa tenía que poner un tarugo para llegar.

 

ESTEBAN.- Nuestra familia no tiene raíz de panaderos, comenzamos por casualidad, por azar, no tuve maestro. Mi padre comenzó prácticamente a la vez que yo, aproximadamente en el año 57, no recuerdo bien la fecha (yo tenía alrededor de 20 años)

 

 

 

*    ¿ERA DURA LA VIDA DEL PANADERO? ¿QUÉ HORARIO TENÍAN?

 

PACO.- La vida del panadero es de madrugar y, sobre todo, durante el verano que es cuando aprieta el calor.

 

LUISA.- Normalmente cocíamos el pan por la mañana temprano, aunque alguna vez, si faltaba, también cocíamos por la tarde.

 

EPI.- La labor de panadero era siempre de madrugada, salvo raras excepciones.

 

JESÚS.- Estábamos cociendo desde las 6 hasta las 11 de la mañana.

 

ESTEBAN.- No teníamos hora para hacer el pan, lo hacíamos por la mañana, a mediodía o por la noche, pero generalmente al amanecer, sobre las 5 de la mañana.

 

 

 

Horno, artesa, ceazos, barandillas, báscula, tableros, telas o maseras, toquero, palos de madera y hierro (largos y cortos), rasqueta, cuchillos, tabla con pinchos, horquilla… son algunos de los utensilios utilizados para la fabricación del pan que, junto con el proceso de elaboración del pan son objeto de otro artículo, por lo que aquí no constan las respuestas a estas preguntas que, inicialmente, habíamos planteado a todos los entrevistados.

 

*    ¿NOS PUEDE CONTAR ESA ELABORACIÓN ESPECIAL, ESE TRUCO O SECRETO QUE HACÍA QUE SU PAN FUESE MÁS ESTIMADO QUE EL DEL RESTO DE LOS PANADEROS? ¿EL HORNO INFLUÍA A LA HORA DE CONSEGUIR UN BUEN PAN? ¿Y LA LEÑA?

 

PACO.- No había trucos, sencillamente dependía mucho del tipo de horno y de la leña empleada. En mi caso, el horno antiguo de base fija y alimentado de leña, cocía bien el pan, con la corteza más gruesa.

 

LUISA.- ¿Secretos?, ninguno, únicamente la conciencia de un buen trabajo realizado.

Con las estepas, que tenemos muchas en Mecerreyes, se hacía muy bien, pero, eso sí, siempre se decía que con los enebros o esquenos salía el pan más hueco.

 

EPI.- «Cada maestrillo tiene su librillo», por tratarse de unos medios completamente artesanales y bien conocidos de todos, pienso que no habría mayores diferencias, en condiciones normales de la materia prima.

Aquí todos utilizábamos la estepa como combustible para los hornos. Recuerdo haber oído que el horno calentado con esquenos transmitía mejor gusto al pan, yo no lo comprobé.

 

FERMÍN.- El secreto estaba en la elaboración, el pan era limpio y puro.

La diferencia de leñas era poca, pero sí eran importantes las calorías dentro del horno; últimamente teníamos un termómetro para su control.

 

JESÚS.- Al principio se hacía la masa con levadura agria y más tarde salió la levadura prensada que daba más volumen al pan.

Aquí la leña que siempre se utilizó fueron estepas porque era más rápido, ya que al ser ramas finas se consumían bien.

 

estebanESTEBAN.- No hay ningún secreto para hacer el pan, aunque sí es cierto que el pan de cada panadero era diferente, lo que podía depender de la elaboración y también podía influir el horno. Nuestro horno lo hizo mi tío Eusebio (dice Isabel, su mujer). Donde hacíamos nosotros el pan fue hornera toda la vida.

Siempre usábamos estepas. Algún año que nevó mucho y no podíamos ir a por ellas, metimos leña de encina y «casi abraso el pan», daba muchas más calorías, pero aunque salió tostadito, como era invierno y se comían muchas sopas de ajo, a la gente le gustó.

 

 

 

*    PARA LA ELABORACIÓN DEL PAN ¿ERA NECESARIO UN TIPO ESPECIAL DE HARINA? ¿ERA PANIFICABLE EL TRIGO DE MECERREYES O HABÍA QUE CONSEGUIR HARINAS DE MEJOR CALIDAD?

 

PACO.- Para la elaboración del pan, la principal materia prima es la harina. En la época de mis padres, la conseguíamos moliendo el trigo en el molino y si el trigo era de tipo «mocho», el pan salía un poco más blanco, lo que no ocurría con otros tipos de trigo. Molido en el molino, daba poco rendimiento porque sacaba mucho salvado. Posteriormente, se hizo habitual el traer harina de fábrica (Lerma, Salas, Cojóbar) y, últimamente de Roa (Campoduero)

 

LUISA.- Sí, el trigo era panificable. Una pequeña parte lo molíamos en el molino de aquí y más tarde en el de Puentedura para después cernerlo y así sacar salvado para los cerdos, el resto, se metía en el Servicio Nacional de Trigo para venderlo y comprar harina. Alguna partida también se llevaba directamente a la fábrica para canjearlo por harina.

 

EPI.- Era perfectamente panificable, pero nosotros lo vendíamos al Servicio Nacional de Cereales y comprábamos la harina a las fábricas más próximas.

 

FERMÍN.- A principios de siglo se molía en los molinos de río Alanza y luego se cernía a mano con ceazos; desde los años 40 en adelante se vendía el trigo a las Comarcales del SENPA y se compraba la harina en las fábricas.

 

Sobre todo se fabricaba pan (hogazas de 2 Kg. y panes de 1 Kg.), pero además elaboraban otros muchos productos que hacían las delicias de la gente: tortas de aceite, tortas de manteca, mantecados, magdalenas, hornazo, pan integral con salvado…

En nuestra pequeña industria, nos dice Paco, hacíamos tortas de manteca y azúcar, mantecados y magdalenas. En los años 70 y comienzos de los 80, juntamente con las tortas de aceite, estos productos ocupaban la mayor parte de nuestra actividad. Los días de fiesta, Navidades, Pascua de Semana Santa, Nuestra Señora…, el horno se llenaba de cazuelas de asado de cordero de nuestra tierra. Asado que, debido a las características del horno y de la leña, adquiría un sabor inigualable.

 

 

*    ¿CÓMO EVOLUCIONÓ EL PROCESO DE FABRICACIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DESDE SUS COMIENZOS A LOS ÚLTIMOS AÑOS?

 

PACO.- Durante mucho tiempo la fabricación del pan fue prácticamente idéntica. Al final, y debido a la mecanización, avanzó el proceso. También influyó decisivamente el tipo de hornos, aunque en mi caso, siempre tuvimos el horno de leña, más antiguo y que, probablemente, dio más calidad. Otro elemento importante para el desarrollo de esta industria fue la aparición de la levadura prensada artificial, que vino a ayudar a fermentar a la masa agria, que normalmente antes se echaba sola.

Yo me retiré a los 65 años, en el año 81, por tanto, a partir de ese momento estoy un poco al margen. No obstante, ha habido una gran evolución como en todo tipo de industrias para poder competir en buenas condiciones. Los hornos han ganado en rapidez, la maquinaría de trabajo es más sofisticada… no obstante tengo la sospecha de que este progreso técnico no ha venido acompañado de un avance en la calidad de los productos.

 

LUISA.- En los comienzos, la evolución fue pequeña, más tarde fue un poco mejor.

 

EPI.- Evolucionó mucho porque la emigración del medio rural a las capitales nos dejaba sin clientes, con lo cual, cualquier intento por modernizar el oficio no era rentable. En cuanto al pago con trigo, los últimos años también lo cambiábamos por moneda que era más cómodo para todos.

 

FERMÍN.- La evolución durante mi vida de panadero ha pasado desde moler en los molinos de agua, hasta comprar las harinas a fábricas eléctricas, utilizando levadura química.

 

JESÚS.- Al final, el pueblo se quedó sin panaderos y traían el pan de otros pueblos.

 

ESTEBAN.- No cambiamos nada la forma de trabajar, teníamos idea de cambiar la panadería y hacer una nueva, incluso compramos la casa, me hubiera gustado dedicarme a la repostería, pero por la salud de la mujer lo tuvimos que dejar.

 

*    A PESAR DE QUE EN MECERREYES HABÍA MUCHA POBLACIÓN, TENEMOS ENTENDIDO QUE HUBO UN TIEMPO EN QUE COINCIDIERON 5 PANADEROS ¿ERA DURA LA COMPETENCIA? ¿HABÍA TRABAJO PARA TODOS?

 

PACO.- Ciertamente, era excesivo el número de panaderos para la población que había aunque, como bien recordáis, cuatriplicaba la actual. Por lo tanto, la dedicación panadera no nos absorbía todo el tiempo, el resto, lo empleábamos como ayuda y complemento en otras actividades, en mi caso, como carretero.

 

LUISA.- Sí, fuimos 5 panaderos, pero con pequeña clientela.

 

EPI.- Eran tiempos difíciles y teníamos que complementar nuestro modo de vida con algo de agricultura y ganadería.

 

ferminFERMÍN.- Hubo una época en que éramos 5 pero no vivíamos de ello pues teníamos que hacer otras actividades, con lo que poníamos en peligro nuestra salud, por pasar mucho calor en el horno y mucho frío en otras actividades.

 

JESÚS.- Sí, incluso hasta se vendía el pan por las calles.

 

ESTEBAN.- En el pueblo quedó poca gente y por aquel entonces éramos muchos panaderos por lo que teníamos que trabajar en otras cosas. No era rentable. Al haber 5 panaderos la gente tenía donde elegir, iba donde le parecía mejor.

 

 

*    SABEMOS QUE LA GENTE PAGABA CON TRIGO ¿ERA ESTO UN USO MAYORITARIO? MUCHAS VECES SE HACÍA EL PAGO APLAZADO MEDIANTE TARJAS ¿NOS PUEDE EXPLICAR EN QUÉ CONSISTÍA?

 

PACO.- Normalmente el pan se pagaba al cambio con trigo: 16 hogazas de 2 Kg. equivalían a 42,5 kg. de trigo. Respecto a la tarja o tablilla que llevaba cada cliente, cada tarjo que se hacía equivalía al valor de una hogaza; aproximadamente en cada tarja solían hacerse algo más de 100 picas.

Tomasa, en una nota aparte, nos cuenta que cuando dejaron de utilizarse las tarjas para pasar a pagar con dinero, encontraron un gran descanso ya que además de llenar el trigo y llevarlo a la fábrica, tenían que estar cosiendo los sacos: «era labor de la mujer, en este caso yo, con ayuda de la Sra. Morena, Catalina, su nombre», nos dice.

LUISA.- La mayoría de la gente pagaba con trigo, excepto algún funcionario. El uso de las tarjas se extendió por dos motivos, uno de ellos era que no siempre había 5 duros disponibles y otro, era que se pagaba a frutos cogidos, es decir, en septiembre y así algunos adelantaban alguna fanega hasta el septiembre siguiente.

 

EPI.- Exceptuando alguien que no se dedicaba al campo, como podían ser los funcionarios, los demás, cambiaban el trigo por pan. El procedimiento de las tarjas consistía en dos listones de madera de sauce que casaban, haciéndose el tarjo en los dos al mismo tiempo, que era el equivalente a una pieza; un listón lo guardaba el cliente y otro el panadero hasta el día de hacer cuentas.

 

FERMÍN.- Desde principios de siglo pagaban con trigo mayoritariamente. El pago con tarjas o cartillas consistía en una regla de 40 cms. y se hacía un pique por hogaza. En septiembre se pasaba al cobro.

 

JESÚS.- Era un uso extendido el pagar con trigo ya que entonces no había dinero, 16 hogazas de 2 Kg. equivalían a 1 fanega de trigo. Este pago no se hacía hasta que se recogía la cosecha.

 

ESTEBAN.- La mayoría nos pagaba con trigo, incluso los funcionarios llegaron a pagar con trigo. Nosotros cambiábamos el trigo en la fábrica por harina, nunca llegamos a moler. Con las tarjas se controlaba lo que luego había que pagar cuando se recolectaba la cosecha.

 

 

*    ¿ERA RENTABLE EL OFICIO DE PANADERO? ¿CREE QUE PUEDE TENER PERSPECTIVAS DE FUTURO?

 

PACO.- Mi experiencia es que cuando yo lo dejé, se cerró el negocio, por cuanto que los hijos se dedicaban a otras actividades. De hecho, ya no se fabrica pan en Mecerreyes, viene de fuera.

Sobre las perspectivas que podría tener, resulta un poco complicado ya que habría que hacer inversiones fuertes que pedirían un campo de venta muy amplio que no puede llenar nuestro pueblo y tal vez ni siquiera los pueblos de alrededor. Únicamente ayudándose de otros productos complementarios (galletas, pasteles…) podría dar trabajo a alguna familia.

 

LUISA.- El oficio de panadero, al ser tantos, lo teníamos como un comodín, mi marido me ayudaba y luego se iba a trabajar al campo.

Desde el año 85 a estas fechas, como ya no elaboro yo el pan ya que me lo sirve el panadero de Villalmanzo, no llego a cubrir gastos. Anteriormente los pagos no eran tan fuertes como lo son hoy en día.

 

FERMÍN.- Referente a lo rentable, ganaba poco, pero era una ayuda, yo vendía el pan a un tercio más que lo que valía el trigo y hoy, veo una diferencia muy superior.

 

JESÚS.- Como otro cualquiera. Cuando éramos pocos, todavía, porque se cocía a diario y algún día dos veces, luego cuando hubo 5 panaderos dejó de ser rentable.

 

ESTEBAN.- Era mucho trabajo y poca rentabilidad.

 

 

*    HABÍA MUCHAS FAMILIAS QUE HACÍAN SU PROPIO PAN ¿POR QUÉ DECIDIERON COMPRAR EL PAN EN LUGAR DE ELABORARLO ELLOS?

 

LUISA.- Cuando lo hacían las familias les duraba 15 días o más, al comprarlo en la panadería, lo comían más reciente.

 

EPI.- En verano el pan se quedaba más áspero y había que interrumpir las labores del campo para cocer e incluso en algún caso, se acababa el trigo, así es que iban al panadero, que les prestaba hasta la nueva cosecha.

 

FERMÍN.- Por comodidad y por comerlo más reciente.

 

JESÚS.- Era más cómodo comprar el pan al panadero y además era más reciente. Les salía más económico y gastaban menos.

 

ESTEBAN.- La gente empezó a comprar el pan en lugar de hacerlo ellos por comodidad.

 

*    ¿SE VENDÍA SÓLO EN MECERREYES O TAMBIÉN EN OTROS PUEBLOS? ¿EXIGÍA MUCHO LA GENTE A LA HORA DE COMPRAR EL PAN?

 

LUISA.- De los 5 panaderos que había entonces, ninguno salíamos a vender fuera, la venta era muy pequeña.

Siempre pedían el pan bien cocido, pero no salía siempre a gusto de todos.

 

EPI.- Yo llegué a vender algo fuera, pero en poca cantidad, lo más fue en el pueblo.

En líneas generales no, los clientes sabían que hacíamos todo lo posible por agradar.

 

FERMÍN.- Yo vendía en Mecerreyes, Cuevas de San Clemente y Cubillo del Campo.

La gente… había de todo, pues eso sucede en todos los oficios en que hay que tratar con mucha gente.

 

JESÚS.- Yo he vendido siempre en Mecerreyes. Mi padre (Sergio) vendió pan en Mazariegos, lo llevaba con un macho.

Se daba gusto a todos dentro de lo que había. Hubo un tiempo en que sólo había hogazas y un panete que se hacía para el médico.

 

ESTEBAN.- Nosotros sólo vendíamos en Mecerreyes.

A nosotros no nos han exigido mucho, la única diferencia era que al principio no les importaba que les dieses una hogaza del día anterior y, últimamente, querían siempre pan del día.

 

 

*    EN SUS MUCHOS AÑOS DE PROFESIÓN TIENEN QUE HABERLE OCURRIDO DIVERSAS ANÉCDOTAS O COSAS CURIOSAS ¿PUEDE  CONTARNOS ALGUNA?

 

PACO.- Cuando empezamos a gastar levadura artificial prensada, la gente decía que les íbamos a envenenar y, después de cierto tiempo, lo emplearon las mujeres para la fabricación casera. Aprovecho para recordar que cuando yo era niño y de joven, debido a la necesidad, en muchas casas cocían su pan para la semana, siendo las mujeres las principales operarias.

Después de la guerra civil y debido a la escasez y dificultad económica se puso en marcha el llamado «racionamiento» o distribución de alimentos en condiciones ventajosas que hacía la administración para los ciudadanos. Esta situación afectó también al pan. Las «cartillas» eran el instrumento para anotar y recibir esos alimentos de manera rigurosa y medida. Como las cartillas para recibir el pan era escasas, los agricultores aprovechaban el trigo que recogían para hacer negocio en una doble dirección: primero, satisfacer las necesidades propias, y segundo, poder vender algo de manera ilegal.

 

LUISA.- Victoriano Martínez (Peluquero de Barcelona) que es de Mecerreyes, me mandó que le hiciera 2 hogazas de 3,5 Kg. cada una; como eran tan grandes no cabían en la pala y tuve que clavar dos listones en las orillas y las tuve que meter por la puerta de la hornilla, que era por donde se calentaba el horno.

 

epifanioEPI.- Hoy vuelvo la cara atrás y diría que todo eran anécdotas y no siempre agradables. Desde las visitas que nos hacían los de abastos, y si había pan del día anterior que lógicamente tenía que faltarle peso, nos ponían la consiguiente denuncia y después el pliego de descargos, pasando por las harinas de mala calidad que nunca te hacían buen pan. En otra ocasión, y debido a un mal año cerealista, en España los fabricantes de harinas tuvieron que importar trigo y la harina tenía una cantidad de gluten desproporcionada, no había forma de amasarlo, parecía liga y, los resultados finales eran que vez de hogazas parecían balones.

Como anécdota, con tinte de buen humor, aunque no vaya directamente relacionada conmigo, recuerdo que D. José Luis Pérez Mata le decía a mi padre que lo de «con el sudor de tu frente comerás el pan de cada día» era una mala interpretación y lo que quiso decir es «con el sudor del de enfrente»… y apuntaba a mi padre que en aquella broma le tocaba la peor parte.

 

FERMÍN.- En una ocasión una señora mayor me dijo así: ayer me diste una hogaza que no era de recibo, yo le dije que me extrañaba pero que la trajera y le daba otra, al traerla comprobé que no era mía y a duras penas pude aclarar el malentendido entre la madre y la hija.

JESÚS.- De vez en cuando me dejaba quemar alguna hogaza en el horno y las tenía que tirar por la boquera para que no las viese mi madre.

En los años de la guerra se compraba trigo de estraperlo y se hacía pan también de estraperlo que luego se llevaba a vender a Burgos.

 

ESTEBAN.- En una ocasión hicimos el pan sin sal y en otra con el doble de sal. Otro año se mojó el trigo en la eras y trajeron a las fábricas una harina del extranjero y era curioso, al cocer las hogazas, se ponían gordas, gordas, es decir, en lugar de extenderse por los lados, se hacían gordas, así es que teníamos que aplastar más la masa.

Cuando se cocía en las horneras de la Sociedad, había que pedir la vez. En invierno no querían cocer en el primer turno porque hacía mucho frío y no cogía calor el horno, además había que gastar mucha leña, pero en verano era mejor cocer el primero, por algo dice el refrán «el niño y la masa con el calor se pasan»

Alguna vez salía el «pan con cinta o pan con chote» (por falta de fermentación o porque no había enfriado la masa), no esponjaba y se quedaba una cinta hacia medio del pan, como un dedo, más gomoso, esto pasaba, sobre todo, cuando se cocía en las horneras, porque no se utilizaba levadura buena, se hacía con levadura natural.

 

 

Para finalizar esta entrevista queremos dar las gracias, desde estas páginas, a todos aquellos que la han hecho posible y que tan amablemente han contestado al cuestionario que les entregamos.

panaderiaSabemos que resulta difícil responder a determinadas preguntas y mucho más cuando se ha de hacer por escrito y con poco tiempo, por todo ello, pedimos disculpas por las molestias ocasionadas. Gracias una vez más y esperamos que con todo lo que nos han contado nuestros panaderos lleguemos a conocer un poco más de cerca un oficio del que hubo una gran representación en otro tiempo y que, en la actualidad, no se ejerce en Mecerreyes.

El pan ha sido y es objeto de infinidad de refranes y dichos populares. A continuación recogemos una serie de ellos extraídos de un libro que nos prestó Epi:

. Desde los tiempos de Adán, muchos recogen el trigo y otros se comen el pan.

. No hay vida como la del pobre, teniendo pan que sobre.

. Échame pan y llámame perro.

. Pan para hoy y hambre para mañana.

. A pan duro, diente agudo.

. Al pan pan y al vino vino.

. No hay peor afán que muchos hijos y poco pan.

. Pan con pan, comida de tontos.

. Con pan y vino se anda el camino.

. El que hambre tiene, con pan sueña.

. Cuando falta la hogaza, a rondar por la plaza.

. Pan de centeno, para tu enemigo es bueno.

. Pan de mijo, no se lo des a tu hijo.

. Pan de cebada, comida de asno disimulada.

. Pan de panizo, fue el diablo el que lo hizo.

. Pan de trigo candeal o tremés, lo hizo Dios y mi pan es.

. Pan de trigo y leña de encina y vino de parra, sustentan la casa.

. Pan, pan, muchos lo toman y pocos lo dan.

Por último, podemos decir que el siglo de oro de las letras españolas, el siglo XVI, recoge abundancia de textos en los que el pan es objeto de versificación. Luis de Góngora, nos dejó aquel poema de sátira literaria titulado «Ande yo caliente, y ríase la gente» que con el tiempo se ha convertido en una especie de proverbio multiusos. Empieza así:

Traten otros del gobierno

del mundo y sus monarquías,

mientras gobiernan mis días

mantequillas y PAN tierno….

 

© «Entrevista: Los panaderos hablan», Revista Mecerreyes, cuarto trimestre de 1994, núm. 46, pp.16-24 (Ilustraciones: Luis Carlos Diez y Jose Lorenzo González)